24/01/2006 - PIQUÉ FUERA DE JUEGO
Poco han tardado los dirigentes del partido popular en echar por tierra la esperanza suscitada por el acuerdo sobre el Estatut. La orden tajante de Aznar ha sido liquidar de inmediato cualquier complacencia respecto de los contenidos pactados, reproduciendo sin alteración alguna el discurso de los últimos meses y reforzando la ofensiva contra Cataluña, que ya puede considerarse perdida electoralmente, en beneficio de la exaltación de un rancio nacionalismo pseudocastellano en el que se pueden recaudar muchos votos. Para la troika popular, el modus operandi en el futuro debe profundizar en la oposición a la reforma del Estatuto catalán, como bien claramente ha expresado Rajoy esta misma mañana en el Forum Nueva Economía, hasta conseguir que permanezca el aprobado en 1979.
Después de corroborar los disparates de Zaplana y Acebes, incluida la desautorización tajante a Jose Piqué, uno de los escasos valores moderados que auin conserva el partido popular, no ha tenido empacho en decir que éste sigue siendo lider del partido en Cataluña y "lo seguirá siendo mientras lo quieran los ciudadanos" de esa comunidad., lo que también puede tener la lectura perversa de que el presidente del partido no quiere abrir una nueva crisis y perder a una persona que propició un notable avance en las últimas elecciones autonómicas. Todo esto arropado en una propuesta de referéndum que cualquier estudiante de primero de Derecho sabe que es imposible por vedarlo la propia Constitución.
Sobre este demencial escenario que reserva según todos los indicios nuevas representaciones extravagantes, es dudoso que quien fue ministro con Aznar y se alineó con la prometida versión centrista del partido popular aguante mucho más, no solo el desprecio de personas que no sirven ni para descalzarle, sino más especialmente la manipulación de los planteamientos aprobados en la refundación del partido hasta situarlo muy próximoa las tesis que defiende Blas Piñar. Piqué ha sabido ganarse el aprecio de un importante sector de su partido y el respeto de sus adversarios políticos porque ha defendido sus ideas con rigor y educación, virtud esta última que empieza a escasear en las primeras filas del partido conservador. Y hay que añadir que es una lástima que por no saber o no querer encontrar su verdadero rol en el espacio político español, se pierda la contribución al bien común de una oposición serena y sólida, por muy dura que fuera.
Esto es precisamente lo que Piqué ha sabido hacer en Cataluña, pese a las constantes interferencias de la dirección nacional del partido en su labor y las conspiraciones que se vienen urdiendo para hacerle caer. Piqué estorba a algunos jerarcas de su partido porque no es capaz de anteponer la satisfacción del odio o la imposición del dogma a la conveniencia general, en este caso de Cataluña y de España.
Todavía no se sabe el resultado de la reunión de esta tarde en Génova, en la que Rajoy intentará convencer al presidente del PPC de que retire su dimisión. Es lo mismo: a Piqué lo han dejado fuera de juego porque su anuencia a lo pactado entre Rodríguez Zapatero y Mas, aunque fuera en principio, priva de razón al discurso catastrofista que viene desarrollando su partido, bien coreado por los medios y plumas hostiles al gobierno.
Es una lástima que por culpa de los obsesiones personales de unos dirigentes que entienden el diálogo como sometimiento a sus opiniones, se desperdicien las aportaciones de personas que entienden la democracia como participación y encuentro entre las distintas alternativas políticas, como es el caso de Piqué, para configurar un Estatuto equilibrado que sirva a la integración de los españoles y al entendimiento entre sus pueblos. Es un desprecio a la inteligencia, por eso circula poca.
León Buil Giral
www.leonbuil.com