León Buil

16/07/2013 - Otras políticas posibles


La primavera ya pasada ha traído contrasentidos meteorológicos abundantes con predominio del mal tiempo por estos pagos, dando tema de conversación entre conocidos y también entre desconocidos. Así mejora la comunicación social Pero también ha reportado noticias de aberraciones de todas las magnitudes que genéricamente nos afectan en mayor o menor medida, pero en ningún caso de modo positivo. Así por ejemplo se suprimen numerosos servicios de tren en toda España so pretexto de ahorro, pero se hace cargo Fomento de varias autopistas privadas con inversión de 600 millones de euros, probablemente para volver a privatizarlas en cuanto remonte la crisis. Se recortan los derechos sanitarios y de asistencia, pero se propicia el establecimiento de conciertos con centros sanitarios privados con la burda excusa de ser más fiables y económicos. Se nutre la ignorancia o la maldad en la ejecutoria de algunos bancos con cantidades astronómicas de ayudas (42.000 millones de euros) y , por el contrario, se aprestan mínimas inversiones para la creación de empleo, especialmente para los jóvenes. Antes se hablaba del mundo rural y el mundo urbano. Hoy hay que distinguir entre más ricos ya que el número de millonarios en España ha crecido más del 5% el último año, y más número de pobres con una pobreza más profunda que genera una real exclusión social
Descendiendo al plano local, se encuentran luces y sombras tanto en la situación social como en la actividad política. Por ejemplo, es encomiable la peatonalización de retajos de viales en el centro, pese a que el virtual hundimiento del comercio minorista lo hace menos atractivo para comerciantes y posibles clientes, que huirán de los espacios desiertos. Sin embargo parece excesivo el plan en su conjunto Igualmente es de agradecer la puesta en valor de solares sin uso ni aprovechamiento inmediato, porque al tiempo que se sanea y embellece la ciudad se ofrece un espacio para el descanso y la relación entre vecinos. Y otras muchas actuaciones en el marco de la micropolítica contribuyen a la satisfacción de los ciudadanos que viven agobiados en muchos casos por la larga situación de desempleo, sin que desde el Ayuntamiento se arbitren soluciones siquiera pasajeras para dar empleo, el que sea, a quienes llevan meses buscándolo sin encontrarlo, porque el mundo laboral de Huesca es muy estrecho. Un plan ambicioso de fomento de las actividades económicas para emprendedores o ampliación de negocios o industrias, tendría resultados inmediatos: y el Ayuntamiento , por su buena situación financiera, podría articularlo y llevarlo adelante. Muchas poblaciones lo han hecho y los resultados han sido positivos.
Pero si es dificultoso, aunque hacedero, promover desde las instituciones locales actividades que creen puestos de trabajo, hay un amplio conjunto de instituciones regionales y nacionales y un sinnúmero de normativas que tienen potencial para generar inversiones y empleo que en ocasiones no se utilizan. En primer lugar hay que luchar para impedir las deslocalizaciones de servicios de las Administraciones, porque recientemente se ha reanudado esta práctica so pretexto de ahorro en el gasto público, lo que unas veces es cierto y otras no. Un buen ejemplo es la pretensión de concentrar en Zaragoza las secciones de análisis clínicos hospitalarios. De un modo más sibilino, se trata de conseguir los mismos resultados no sacando a provisión los puestos que quedan vacantes por jubilaciones o traslados, y así se van adelgazando los servicios, especialmente en la sanidad, en la educación o en la asistencia social, con efectos directos en la calidad de las prestaciones y una repercusión indudable en las economías subordinadas. Por otra parte hay que impedir que se releguen sin fecha las actuaciones de la Administración central y también la autonómica: Están paralizados los trabajos en autovías y carreteras, el ferrocarril se ha volcado sobre la costa mediterránea y aquí el Canfranc y la reanudación de la comunicación con Francia parece haber perdido el horizonte, vistas las dotaciones presupuestarias.
Con las reformas urbanas previstas y ya en curso de realización, puede que se consiga una ciudad más pulcra y grata en algunas zonas del centro, pero subsistirá la imagen de una ciudad bombardeada por los solares sin construir y los edificios ruinosos y abandonados para criaderos de palomas, o con los locales de negocios cerrados o con amenaza de cierre. Ahora se les unirá el derribo del edificio de la plaza de San Pedro donde algunos sitúan la iglesia de San Salvador. Más ruina. Esto no atrae a nadie. El panorama de un Coso Bajo peatonal, pero sin gente ni actividad, puede resultar inhóspito para los vecinos y desagradable para los visitantes. Quizá no sea el momento de abordar en su integridad una obra que resulta muy costosa y de inciertos resultados en estos momentos. Hay muchas otras alternativas.