León Buil

02/10/2008 - CRISIS: REUNIÓN DE PASTORES OVEJAS MUERTAS


Hoy resulta necesario explicar el sentido del título para quien no conoce el medio rural, pero para quien sí ha tenido alguna aproximación con la ganadería, resulta muy expresivo. Porque algunas décadas atrás, antes de la masiva emigración de la población rural a las ciudades, los pastos mantenían toda la carga viva de ganado que permitían su regeneración, y en consecuencia se defendía su aprovechamiento estableciendo normas durísimas de multas y degüellos por las infracciones e inmisiones de los ganados en pastos ajenos. Los pastores de cada rebaño eran en su función, cuando menos, rivales y a veces enemigos. Pero cuando por el ataque de lobos o por cualquier otra causa se producían muertes entre las ovejas, se reunían para determinar la propiedad y el aprovechamiento de los restos y defenderse de las alimañas. Causa grave, en suma.
Y esto es lo que sugieren las múltiples reuniones entre los responsables políticos y económicos de las distintos países, en muchas ocasiones competidores y rivales, para dar una salida o atenuar la profunda y amplia crisis económica que, aunque centrada en el sistema financiero de los Estados Unidos, se está extendiendo al resto de países con fuerte quebranto de sus economías. Ya no se trata de que intervengan los cuatro o cinco países que encabezan la riqueza mundial, ni el G-8 más Rusia, ni que se trate de interesar a las grandes economías emergentes. Se equivoca Sarkozy al convocar a los países europeos del G-8 dejando fuera no solo a España sino también a Polonía, a Holanda o a Suecia -que tiene su interesante experiencia en la superación de una crisis muy grave- o a cualquier otro que pueda aportar soluciones.
Hoy ya se duda que la las cuantiosas intervenciones de la FED y del gobierno americano sean suficientes para conjurar la crisis y poner las bases para una rápida etapa de recuperación. Los mejores analistas consideran que si bien el plan de la administración Bush es necesario para devolver la confianza a los mercados, se hace ineludible una actuación conjunta y proporcionada a sus recursos de todos los países que se mueven en el área económica occidental, que incluye Japón y Corea. No basta con depurar las cuentas de las grandes corporaciones financieras americanas que, por serlo, tienen muchas derivaciones en otros países que por su parte están entrando en recesión, por lo que las influencias negativas que llegan del otro lado del atlántico son doblemente gravosas.
En la Unión Europea, después de muchas vacilaciones sobre la autorización de operaciones de salvamento de entidades financieras singulares, parece que han llegado a la conclusión de ser necesaria una actuación conjunta, que ni puede ser derrochadora ni cicatera en cuanto al reflotamiento de posibles/probables crisis de entidades financieras, pero que, ante todo, debe facilitar en todo el territorio un aceptable funcionamiento del sistema y de las líneas crediticias, que influyen directamente en la inversión y en el consumo.
Bienvenidas, por estas razones, las reuniones programadas para los próximos días, aunque no estemos invitados. En fin de cuentas, la situación económica de cada país tiene el peso que le dan los mercados y sus claves estratégicas. Esto es lo que obligará a que Rusia y Turquía tengan algo que decir y hacer en estos tiempos convulsos que, además de dejar muchas víctimas por el camino, darán paso a una reordenación del proceso globalizador y de los mecanismos reguladores de los mercados.